José Antonio Guzmán por fallo en favor de Aldo Motta: “La señal al mercado es que se puede hacer este tipo de robos”
El expresidente de AFP Habitat reconoce que no se esperaba el fallo que dejó sin efecto la condena en contra de Aldo Motta por el Caso Cascada. “Me sorprendió enormemente la liviandad de la Corte para tomar una decisión tan drástica (…) por un leve error procesal”
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José Antonio Guzmán es probablemente uno de los que mejor conoce el Caso Cascada. Como expresidente de AFP Habitat, lideró desde un comienzo las denuncias por irregularidades que afectaban a los fondos de pensiones.
Y el silencio que ha reinado desde el lunes último, en que pocos actores se han atrevido a cuestionar la decisión de la Corte Suprema de dejar sin efecto la condena contra el hombre de confianza de Julio Ponce, Aldo Motta, lo empuja a hablar. Entre otras cosas, afirma que llegó la hora de fortalecer a la CMF: “Queda claro que sus atribuciones son insuficientes”.
-¿Le sorprendió el fallo de la Corte?
-Efectivamente me sorprendió muchísimo el fallo. Primero, por todo el tiempo transcurrido. Por todo el proceso que ha habido, por la investigación y que llegue al final a una anulación por un leve error procesal de la Fiscalía, en que acusó a Motta por una cuestión en que no le habría dado oportunidad de defensa… por una cuestión menor. Me sorprendió enormemente la liviandad de la Corte de tomar una decisión tan drástica como anular un juicio tan importante, que ha sido tan emblemático, que provocó un perjuicio tan grande a tanta gente, entre otros a los fondos de pensiones, por un leve error procesal.
-¿Cuál es la señal para el mercado?
-La señal para el mercado es que se pueden hacer este tipo de infracciones, de robos, porque esto fue un robo, y que no hay justicia. Se pasa el tiempo y se busca la posibilidad de que prescriba. La señal que se le da al mercado es que es más rentable cometer este tipo de infracciones y después buscar una aminoración de la multa o incluso una anulación, como en este caso, pero el daño quedó hecho. No hubo justicia.
-¿Son los cotizantes de las AFP los más afectados por la judicialización de estos procesos?
-Los afiliados a las AFP salieron bastante perjudicados con todo esto. La propia SVS de entonces estimó que el daño era de alrededor de US$ 400 millones, no todo en perjuicio de los fondos de pensiones pero sí una buena parte. Pero en definitiva queda como una pérdida irreversible, porque no hay como recuperar ese dinero. Entonces son, a mi juicio, grandes perjudicados. Pero sobre todo el sistema es el gran perjudicado. Y eso es lo que a mí más me provoca, porque genera desconfianza no sólo en las instituciones y en el Poder Judicial, sino que desconfianza en el sistema.
-Usted dice que no se hizo justicia. ¿Cree que esto afecta la credibilidad del Poder Judicial? Especialmente en momentos en que se han dado a conocer casos de corrupción de la Corte en Rancagua.
-Yo creo que inevitablemente la gente asocia este tipo de determinaciones del Poder Judicial con lo que ocurre en otras partes en que efectivamente los problemas son más profundos, que son problemas de corrupción, aunque no tengan que ver y sean distintas personas y distintos argumentos. Pero inevitablemente la gente lo asocia. La opinión pública es bastante simple para analizar estos temas.
-¿En qué pie queda la institucionalidad fiscalizadora -CMF, exSVS- si una y otra vez los tribunales le “torpedean” las multas y sanciones?
-Queda mal parada. Queda claro que sus atribuciones son insuficientes. Las herramientas de las que dispone para poder sancionar este tipo de fallas no son suficientes y hay que fortalecerlas si es que se quiere erradicar este tipo de prácticas del mercado.
-En ese sentido, ¿esto abre el debate sobre la necesidad de fortalecer o darle más atribuciones a la CMF?
-Yo creo que sí. En su momento, cuando analicé en profundidad la investigación que hizo la SVS pude ver que estaba totalmente fundamentada. De hecho, ha sido acogido parcialmente, aunque todavía entiendo que no hay un proceso en contra de Julio Ponce, sí ha habido multas –a pesar de que las rebajaron quedaron a firme- lo que demuestra claramente que él cometió irregularidades.
-¿Le da impotencia esto?
-No sólo esto. Hay muchas cosas que producen impotencia, una sensación de desánimo, porque las cosas no avanzan. Incluso, retroceden con este tipo de decisiones, pero la vida es así: con avances y retrocesos. En la línea gruesa el país sigue avanzando y junto con este tipo de situaciones que hemos conocido, hay otras cosas positivas que ocurren. Eso permite seguir viendo las cosas con optimismo.
-¿Le preocupa el país y las reformas que se están discutiendo?
-Me preocupa muchísimo el país, especialmente el comportamiento del sistema político. Por ejemplo, en el tema de las isapres, está claro que la salud ha subido sus costos por nuevas tecnologías, por envejecimiento de la población, una mayor demanda por atenciones de salud, la judicialización, etc. Hay un evidente incremento de costos y nadie se atreve a defender a las empresas que realmente tienen que subir los precios.